“Por sus frutos los reconocerán”
2Re 22, 8-13 | Sal 118 | Mc 7, 15-20.
«Un árbol sano da frutos buenos”, dice Jesús, la salud, el vigor y la bondad de un árbol, se reconoce por los frutos sabrosos y abundantes que da. Aquí no hay forma de equivocarse: la enfermedad y la debilidad del árbol siempre se mostrará en la calidad y cantidad de sus frutos. Jesús da este ejemplo al estar hablando de los falsos profetas, que pueden ser lobos disfrazados de ovejas. Con sus palabras te pueden engañar (como a Caperucita Roja), pero siempre terminarán devorándote, porque no pueden desprenderse de su ser real.
Creo que la advertencia de Jesús es doble. Por un lado me dice: no te dejes engañar por aquellos que, disfrazados de progresistas o altruistas, falsean la realidad y tergiversan los valores (aborto, droga, promiscuidad, consumismo desenfrenado e insolidario… presentados como libertad, éxito o auto realización, cual manzanas envenenadas). Por otro lado, la advertencia es: Cuida los frutos que tú estás dando. ¿Tu vida habla de tu adhesión total a Jesucristo y a su evangelio? ¿Qué frutos ofreces a quienes se acercan a ti? ¿Bondad, acogida, comprensión, perdón, misericordia, solidaridad, amor? Por tus frutos van a reconocer a quién perteneces, quién te sustenta y da vida..
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silviano Calderón Soltero, C.M.
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