“El que quiera salvar su vida la perderá”
Zac 12, 10-11 | Sal 62 | Gal 3, 26-29 | Lc 9, 18-24.
“…Pero el que pierda su vida por mí, la salvará”.
En el juego del perder y del ganar hay que estar muy atentos para no confundirnos. Desde los ojos de Jesús y el evangelio, muchas veces podemos ganar perdiendo y perder ganando.
Cuando piensas que ganaste al humillar en un pleito de la escuela a tu compañero más débil e indefenso; cuando piensas que ganaste porque defraudaste a un cliente o a un trabajador quedándote con el dinero que le correspondía; cuando piensas que ganaste porque conquistaste aquella mujer sin que tu esposa se diera cuenta… en realidad estabas perdiendo, te hacías pequeño, incapaz de tener compasión, de ser honesto, de ser fiel a tu palabra. Perdiste cuando creías ganar.
Cuando piensas que perdiste al no responder a aquella ofensa, porque rechazaste aquella oportunidad de ser infiel en tu matrimonio, porque devolviste el billete que te daban de más en el cambio… en realidad estabas ganando. Te hacías grande a los ojos de Dios y de los hombres. Crecías en integridad y dignidad.
No te confundas, sopesa bien tus actitudes, no sea que al ganar, en realidad estés perdiendo..
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silviano Calderón Soltero, C.M.
0 comentarios