Ex 32, 7-14 | Sal 105 | Jn 5, 31-47.
Amar a Dios aún en la duda
Muy a menudo las cosas no salen como uno las estaba esperando y, aun cuando hemos puesto nuestras esperanzas en Dios, Él pareciera tardar demasiado en responder, o mejor dicho, nos cuesta tanto comprender el modo de proceder de Dios.
El libro del Éxodo nos relata uno de los momentos más complicados de la liberación del pueblo judío. Mientras Moisés había subido al monte para establecer la alianza con Dios, el pueblo siente que Moisés tarda mucho y que quizá hasta los ha abandonado, por lo que le piden a Aarón hacer un becerro de oro y poder así contemplar al Dios que los ha salvado. Dios ofrece entonces a Moisés, destruir al pueblo que ha resultado tan infiel e insensato, y hacer de él un nuevo y gran pueblo. Moisés rechaza la oferta, defiende la alianza de Dios con su pueblo y mantiene adelante la liberación.
En el evangelio, Jesús explica a los judíos cómo tanto Juan el bautista como Moisés dan testimonio de que Él es el Salvador esperado, y cómo las obras que realiza dan testimonio directo y lo acreditan como enviado del Padre. Sin embargo, los judíos, más preocupados por quedar bien unos con otros, no consiguen reconocer lo que viene de Dios.
Y tú, ¿de qué manera respondes en tiempos de crisis o cuando Dios no da una respuesta tan clara y tan pronta como la esperas?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Erick F. Martínez Benavides, C.M.
0 comentarios