“Denles ustedes de comer”
1Jn 4, 7-10; Sal 71; Mc 6, 34-44.
¿Cuántos panes tienen? Cinco panes y dos peces… Las prácticas judías forman la trama de los evangelios y ocupan un lugar de especial importancia las que se relacionan con las comidas. Las comidas con Jesús asumen y ratifican su relación con los pecadores, multitudes y discípulos; aun cuando su conducta al compartir la mesa llamaría la atención y merecería la reprobación de los fariseos. La comida aparece ante todo como una clave para dar a conocer valores muy importantes en la vida de fe de Israel. Sólo señalemos que los preparativos de las comidas judías podrían resumirse en una palabra: pureza legal.
En Jesús lo que interesa es que la comida o, mejor aún, sus comidas han culminado y superado los ritos judíos en libertad y abriendo con ello un camino de vida-comida compartida. Se manifiesta así como “profeta, es el nuevo Moisés que alimenta al pueblo de Israel con el nuevo maná desde un Dios que se afirma como misericordia y como santidad; que se acerca con su perdón del que todos necesitan.”
A través de sus comidas, Jesús experimenta fuertes conflictos, pero con ellas afirma que estar a la mesa con pobres y pecadores es acogerlos ante Dios y es compartir con ellos su amor. Así va creando una comunidad de amigos que hagan con los demás como él hizo y sepan compartir con los pobres la mesa y el Cdon que el mCismo Dios leCs ofrece.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Vicente Hernández Nolasco, C.M.
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