Estamos con el Padre Gregory Gay, que es el sucesor de San Vicente, Superior General de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad de la Caridad y líder natural de toda la Familia Vicentina. Él está de visita en Chile para dirigirse a Punta Arenas y a la Patagonia en general y visitar a los misioneros que están realizando su trabajo evangelizador ahí, al final del mundo. Aprovechamos su presencia, por unas horas, en Santiago, para en conjunto REVIC (Red Educativa Vicentina) y Radio Vicentina, entrevistarlo y descubrir cuáles son sus pensamientos y qué nos puede dejar como enseñanza en esta visita
Bienvenido, Padre Gregory.
Gracias, Padre Carlos, es un gozo para mí estar con ustedes compartiendo en esta entrevista.
Son once años en este mismo mes en que usted fue elegido Superior General -en el año 2004- y fue relegido en el año 2010, por lo tanto, estamos a un años más o menos que concluya su tarea como Superior General de la Congregación de la Misión y líder la Familia Vicentina. ¿Cómo le ha ido? ¿cómo se ha sentido? ¿qué cosas ha descubierto en estos once años?
He descubierto muchas cosas, pero yo pienso, cuando reflexiono sobre estos once años, que han pasado rápidamente. He tenido oportunidad, por mi estilo de ejercer mi responsabilidad visitando las diferentes provincias de las Hijas de la Caridad de los cohermanos y la Familia Vicentina en los diferentes países, generalmente sentir, experimentar, palpitar lo que es el carisma vicentino, y que si fuera solamente un trabajo de oficina, donde tuviera que encontrarme con todo lo que pase por mi escritorio creo que estaría muy deprimido, pero el hecho de tener la oportunidad de salir y encontrarme con los que están realizando nuestro carisma hoy en día, me ánima mucho y… recibo mucho más de lo que doy, mucho más…
Usted diría que la Familia Vicentina está totalmente viva en el mundo o está medio deprimida como tantas otras cosas en la actualidad?
Bueno, depende de qué parte del mundo estemos hablando. En algunas partes del mundo la idea de la Familia Vicentina está bien desarrollada, yo siempre uso a América Latina en general, como el ejemplo de mayor experiencia trabajando juntos, apoyados por las Hijas de la Caridad de la Caridad, la Congregación de la Misión y diferentes ramas, estamos (andando) bien y trabajando juntos, formándonos juntos. En otras partes del mundo también está, yo estoy muy contento, me alegra que la Familia está siendo desarrollada en la Asia, particularmente en la India. Un poco menos pero con energía y deseos de dar para delante es África. En Europa y los Estados Unidos tenemos todas las ramas de la Familia Vicentina. Hace unos años atrás en los Estados Unidos han comenzado a marchar juntos como Familia, en Europa un poco menos… Siempre acompañados por las Hijas (de la Caridad), siempre acompañados por la Congregación de la Misión pero hacer un trabajo en conjunto… es un trabajo por realizar todavía…
Las vocaciones son escasas para las Hijas de la Caridad de la Caridad, para la Congregación de la Misión y quizá también para las ramas laicales, porque no hay hoy muchos deseos de mucha gente en comprometerse en las tareas de la Iglesia ¿cómo cree usted y en qué zonas del mundo puede ser que tengamos más esperanza, en este momento, en vocaciones tanto a la vida consagrada como a la consagración laical.
Carlos, yo creo que también depende de dónde estamos hablando. En algunas partes del mundo, ahora particularmente en Asia y África, las vocaciones están creciendo, al menos para las Hijas de la Caridad, para la Congregación (de la Misión) y con las ramas de la Familia Vicentina, que todavía están bastante inmaduras y necesitarían seguir creciendo. Yo veo, por ejemplo, que en América Latina la situación de las vocaciones es regular, tal vez un poco mejor para nosotros que para las Hijas de la Caridad. Somos todavía un poco más jóvenes que las
Hijas (de la Caridad) y tal vez en un lugar donde veo bien desarrollado y hay muchas vocaciones de la Familia Vicentina en general es en Brasil, (donde) sólo la Sociedad de San Vicente de Paúl, es casi un tercio de la organización está en Brasil… estamos hablando de cerca de trescientos mil de personas dedicadas al carisma vicentino, a través de la Sociedad de San Vicente y ellos trabajan muy bien con la Familia Vicentina allá. Pero… no me preocupo por la cuestión de vocaciones, de alguna manera, tal vez, podemos decir que es una gracia, porque estamos comenzando a ver que necesitamos el uno del otro para realizar la obra de San Vicente de Paúl, nuestro carisma. Entonces aunque haya pocos padres o hermanos o hermanas en alguna partes y miembros de la Familia Vicentina, nos juntamos y vamos realizando con entusiasmo el trabajo que tenemos, siendo fieles a como San Vicente nos ha llamado “la pequeña compañía” y, haciendo lo que hacemos con mucho entusiasmo.
Bueno, tenemos que revisar también los problemas… Ha estallado, no es cierto, en los últimos años esta revelación de escándalos por abusos sexuales de sacerdotes, religiosos o religiosas. ¿Cómo ha afectado esto a la Congregación de la Misión, a las Hijas de la Caridad de la Caridad, a la Familia Vicentina en general?
Bueno, vamos a hablar en general… (yo) podría hablar mejor de mi propio país, de los Estados Unidos, donde salió mucho más fuerte… en un sentido ha sido una renovación de la Iglesia Católica en los Estados Unidos, a raíz de esta expresión de debilidad entre algunos de sus candidatos o entre algunos ya sacerdotes, etc., pero una renovación de lo que somos y de lo que tenemos que ir realizando. La misma cosa en comparación, tal vez, con algunas otras diócesis en el mundo o congregaciones religiosas, gracias a Dios, el problema no ha sido tan grande para nosotros… presencia de problemas si existen, pero lo que yo he visto en las Hijas de la Caridad de la Caridad y en la Congregación de la Misión, es una manera seria de ir confrontando estos problemas, ayudando a las personas que son enfermas y al mismo tiempo tratando de apoyar y acompañar a los que son víctimas de esta situación. Entonces pienso que hemos hecho más de lo que la Iglesia pide en cuanto a tratar de sanar una situación que necesita sanación.
¿Cómo se inserta la Familia Vicentina en esta iglesia, que -podríamos decir- del Papa Francisco, esta nueva Iglesia?
Bueno, voy a decir esto y no sé cuántas personas van a estar escuchando… Sabemos que él es jesuita, tiene un nombre franciscano, pero tiene un corazón vicentino… En realidad, cuando nosotros, que conocemos bien las enseñanzas de San Vicente de Paúl, ahora vamos leyendo, escuchando en diferentes conferencias y escritos del Papa Francisco, vemos un Vicente de Paúl contemporáneo a este tiempo, porque su enfoque es siempre hacer lo que tenemos que hacer para comunicar el amor de Dios a los privilegiados del Señor, los que nosotros llamamosnuestros amos y señores, los pobres… entonces es un impacto grande… Dentro de poco voy a tener la oportunidad de compartir con una de las ramas de la Familia Vicentina, en su Asamblea General , las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Anthida Thouret -fundadora, Hija de la Caridad, de esta Congregación- y me han pedido que haga una relación entre el carisma vicentino y las enseñanzas del Papa Francisco… que no será difícil para mí, porque el hombre es un hombre de la Iglesia, que ha sido fiel a las enseñanzas del Vaticano II y que lleva adelante esto en una iglesia participativa y siempre responsable, para trabajar, no solamente para los pobres, sino con el pobre y desde la realidad de los pobres… éste es el Papa Francisco…
¿Cómo explicaría usted –estamos también en el ámbito educativo… Revic tiene esa misión- a los alumnos y apoderados, a la comunidad educativa en general de estos colegios vicentinos, los alcances que tiene este llamado a la colaboración, que se ha hecho para este año, en el ámbito educativo.
Primero una palabra a los administradores de los diferentes colegios y a los educadores, animándolos a saber la grande responsabilidad y también privilegio que tienen ellos en ir empujando, profundizando y enseñando a la juventud que tienen a su mano, este carisma vicentino que tan actualizado es hoy en día y tal vez más que nunca,
por todas las necesidades que hay… La juventud… bueno, la gente dice que vivimos en un mundo muy egoísta, donde todo mundo está interesado en sí mismo… pero ¿sabe? mi experiencia ha sido -y no importa en donde estemos- cuando hay gente necesitada, siempre vas a encontrar jóvenes dispuestos a querer dar la mano y hacer algo para mejorar la situación de estas personas, en general esta ha sido mi experiencia.
Y profundizando en el contexto de un colegio, ayudando a los jóvenes a ser mejor educados referente a su propia fe, referente a cómo se relacionan con las demás personas, como cristianos y cómo actúan como personas de buena voluntad, especialmente con los más necesitados, es un gran bien, yo creo que podemos realizar muchas cosas. Yo puedo hablar mucho de este tema de la educación, para mí es favorito, porque hoy en día es uno de los lugares -como ya dije- privilegiados, desde nuestras universidades que tenemos la Familia Vicentina y los colegios que hay en el mundo entero, un esfuerzo grande que están realizando, no para enseñar a los jóvenes sobre San Vicente de Paúl, sino enseñar a los jóvenes como tratar a sus prójimos… y esto es lo San Vicente había aprendido del evangelio, lo que había aprendido de la vida de Jesucristo, ayudando a los jóvenes a crecer más humanos, con respecto a su manera de ser, especialmente en su relación con los demás. Nuestros colegios, nuestras universidades, tal vez muchos no saben que son de San Vicente de Paul, pero ciertamente saben que son escuelas donde hay dedicación a ayudar a los jóvenes a salir de sí mismos, salir de las trampas del mundo en que nosotros vivimos y encontrar la manera de ser libre, de ser realmente alegres y grandemente humanos, esto es atreverse, es enseñar lo especial que nosotros podemos dar como Familia Vicentina, como educadores.
Sabemos que usted conoce América Latina, porque al momento de ser elegido Superior General era Visitador de la Provincia de América Central, que tiene sede en Guatemala, y también había estado trabajando en Panamá… y tiene este interés particular por la educación ¿cuál cree usted que son los desafíos hoy, de la educación en América Latina?
Cuando se piensan, son grandes… Esto en parte salió fuertemente en la Asamblea General de las Hijas de la Caridad de la Caridad en la cual participé por un mes, hace poco. La importancia de dar una educación distintiva, que tiene el carisma vicentino, que tiene valores humanos, que tiene enseñanzas de la Iglesia del Evangelio, porque hoy en día, en muchas partes del mundo, por la influencia de la indiferencia de muchas personas hacia la religión, hacia el cristianismo, muchas veces la gente va hacia la secularización y va cayendo en trampas de una educación que es muy –como se dice en inglés- light. Una educación donde muchas veces los educadores no ven esto como una vocación, entonces la importancia nuestra en América Latina… hay tanta violencia en nuestros pueblos y yo he experimentado mucho esto en América Central, Guatemala, donde la gente vive con mucho miedo y el colegio es un lugar privilegiado para ayudar a los jóvenes aprender valores que respondan a las razones de la pobreza, de las dificultades en la familia, en las luchas diarias, que no aprenden esto en el ámbito de la familia… entonces creo que es un desafío grande, ayudar los educadores, ayudar no solamente a los jóvenes, sino ayudarles a ser transmisores de estos valores hacia su propia familia, también.
¿Cuáles cree usted, o nos diría usted que son los principales valores vicentinos que sería necesario desarrollar en el ámbito escolar?
Hay bastantes. Yo pienso que uno de los primeros y que a veces la gente dice qué raro que comencemos con ese como valor: La alegría, gozar de la vida… porque la vida es un donde que Dios nos ha dado y muchas veces por las dificultades, las luchas de la vida, la gente siente el peso de la vida y pierde el gozo de vivir, es decir, ciertamente es un valor que yo he aprendido de muchos de los pobres en América Latina, a pesar de lo difícil de la vida mantienen esta alegría, entonces esto es un valor humano, cristiano y muy vicentino…. Otro valor en mi opinión, lo que uno puede llamar la hospitalidad, la capacidad de tener abiertos los brazos, siendo estructuras académicas que tienen los brazos abiertos a recibir las personas, y también a los que vienen de situaciones difíciles, brindando la oportunidad de transformar su vida a través de la educación… entonces, a esto yo lo llamo hospitalidad… Y bueno, tenemos nosotros varios de nuestros valores… otro que puedo mencionar es la audacia, que nosotros llamamos ahora la audacia de la caridad. Caridad es la virtud principal de la Familia Vicentina, entendiendo la caridad, no tanto como dar una limosna a un pobre que necesita, aunque siempre hacemos esto, es de cercanía al pobre, pero también deseo de ayudar al otro, levantarse y vivir una vida, esto es lo que necesitan muchas veces los jóvenes hoy en día, alguien que pueda creer en ellos y ayudándolos al saber que son amados por Dios… creo que la educación en estos valores son los que nuestros educadores pueden enseñar.
Tradicionalmente se ha hablado de tres niveles de la caridad o de servicio a los pobres… está por una parte el asistencialismo, es necesario dar en un momento determinado el pan al que no lo tiene; la promoción, ayudarles a ganar el pan y la lucha por la justicia, que me imagino es lo mismo que cambio sistémico. ¿Cómo interpretar, entonces hoy, el servicio a los más necesitados?
Mira, yo digo que las tres cosas son necesarias. Hay situaciones… y he visto por ejemplo aquí en Chile una buena respuesta a las personas que sufren a causa de desastres naturales, y no sé… pero Chile ha sido golpeado duro últimamente en varios años por diferentes razones, a causa de desastres naturales, pero la respuesta de la gente, de la misma gente, de la juventud, ha sido siempre muy positiva. Entonces está necesidad de responder a los pobres inmediatamente siempre va suceder, pero también está el deseo de ayudar al pobre a ayudarse a sí mismo, como la famosa expresión, no des sólo un pescado sino que enseña a pescar, promover sus talentos, los dones que tiene… y al mismo tiempo sabemos que muchas veces la gente es pobre no por causa de ellos mismos, porque son perezosos, porque no quieren trabajar, como la gente dice, sino que son las estructuras de la sociedad en que nosotros vivimos que mantiene a algunos pobres… entonces sí es nuestra responsabilidad el trabajar para cambiar este sistema, que va oprimiendo a la gente, no ayudándoles a crecer. La educación juega una parte esencial en esto, porque sin la educación, jamás una persona va a salir de su situación. Hay que brindarles una buena educación, que les ayude a pensar por sí mismos y pensar en cómo ayudar a la sociedad en que ellos viven.
Usted, como nos recordaba hace un instante a estado participando o dijo más temprano escuchando en la asamblea general de las Hijas de la Caridad de la Caridad, qué nos puede contar y cuáles son los desafíos que a partir de esa asamblea las hermanas tienen por delante.
Bueno, fue una bonita experiencia, es la segunda vez que he hecho eso, estuve ya hace seis años en el dos mil nueve. Y realmente no es difícil porque las hermanas están bien organizadas, bien preparadas y con un deseo de querer compartir y participar todos. Hay diferentes niveles de participación, de pequeños grupos, de un grupo que se llama foro que es un grupo más grande y luego la ola que es discusión abierta y muchas veces ya llegando la hora de almuerzo, la hora de terminar, muchas hermanas querían continuar compartiendo con mucha pasión… por qué? porque tienen que estar dialogando principalmente cómo las hermanas pueden ser más audaces en la caridad, en el mundo en que nosotros vivimos hoy en día y al mismo tiempo, luego un ser misionero en donde, siguiendo el ejemplo y la invitación del Papa Francisco, saliendo de nuestros nidos y yendo hacía los pobres… eso es algo muy conocido por las Hijas de la Caridad de la Caridad, su famoso (en inglés se dice Charter), está interpretación que San Vicente hace a las Hijas de la Caridad de la Caridad, desde un principio con Santa Luisa, de tener por ejemplo, su capilla que será la iglesia de la parroquia y toda una serie de diferentes recomendaciones que hace a las Hijas de la Caridad, que no son monjas, no están encerradas en un monasterio, sino que están llamadas a salir a la calle para dar ejemplo y testimonio… Este es el desafío que las hermanas están confrontando. Enn algunas partes del mundo ellas también están envejeciendo, pero yo creo que están abriéndose más y más a descubrir que, en donde nosotros estamos sufriendo vocacionalmente hablando, en otras partes del mundo está floreciendo y entonces hay un deseo de hacer un intercambio de misioneros, misioneras en diferentes partes del mundo, yo tengo que confianza que van ir desarrollando eso.
Bien, creo que está es su tercera visita a Chile y esta visita ha tenido, al llegar aquí a Santiago un encuentro con el consejo nacional de la Familia Vicentina, qué nos puede contar, qué intenciones ha tenido.
Bueno, normalmente cuando vengo para una visita, yo dejo la organización en manos de la visitadora o del visitador en este caso. Siempre me encuentro con grandes sorpresas bonitas y providenciales que hoy en la reunión del consejo nacional de la Familia Vicentina en Chile. Yo veo… a través de la Eucaristía, que celebramos juntos yo daba una tarea a todos preguntándoles, qué relación hay entre esta fiesta del nacimiento de Juan Bautista, que celebramos en la iglesia hoy y la Familia Vicentina en Chile. Las respuestas fueron excelentes, solamente pudimos recibir algunas porque el tiempo era corto… Yo veo esperanza para la Familia Vicentina en Chile. De parte de todos lo que han hablado, un verdadero deseo de querer trabajar juntos. Celebramos juntos la Eucaristía, la participación en la misa era buenísima y también la alegría de compartir la fraternidad después…
Y qué opinión le merece la iniciativa de los jóvenes que están creando esta red.
Bueno, como usted dijo antes, Carlos, estamos celebrando el año de la colaboración de la Familia Vicentina y realmente estamos tratando de animar a nivel mundial de las diferentes ramas, estrechando estas relaciones unos con otros, conociéndonos mejor, rezando juntos, formándose juntos y echando para adelante en un servicio, juntos. Resulta que lo que los jóvenes hablaron hoy, nació espontáneamente de la buena voluntad de los jóvenes de querer responder a las necesidades de los pobres. Tenemos el nuevo grupo que se llama REJUSEVI. Es fantástico y la idea es que en momentos necesarios, momentos por ejemplo de crisis, alguien se necesita para organizar la familia y echar adelante un apoyo inmediatamente… y ese es uno de los proyectos que ellos tienen y en los diferentes sectores:, estamos hablando de la salud, sector social, estamos hablando también lo que es la educación, entonces es una gran iniciativa que hemos dicho inmediatamente hay que poner esto en páginas, Facebook, que tiene a nivel internacional la Familia Vicentina para ir ayudando, estimulando la creatividad de toda la Familia Vicentina de manera que pueden trabajar juntos con la gente de eso, una iniciativa de parte de los jóvenes, fantástico, fantástico… Ánimo por ahí, espero que el resto de la Familia Vicentina siga queriendo participar activamente, dirigiéndose en torno a esto que es más importante, un apoyo a nuestros amos y señores los pobres.
Dentro de unas pocas horas usted sigue viaje a Punta Arenas, cuéntenos qué va a ser, cómo está la cosa por allá.
Hace algunos años atrás, gracias a las Hijas de la Caridad de la Caridad, la iglesia en Punta Arenas, Tierra del Fuego, en la diócesis de Punta Arenas. El obispo salesiano se me acercó y dijo que las hermanas de la caridad, las Hijas de la Caridad de la Caridad decían que debo hablar contigo porque tenemos un problema muy grande y es que muchos de nuestros misioneros salesianos van saliendo del área y necesitamos misioneros para remplazarlos, entonces Padre, ¿pueden ayudarnos? Bueno, yo cuando vi una situación en una parte extrema del mundo, donde hay necesidad y oportunidad de apoyar a las Hijas de la Caridad y otras ramas de la Familia Vicentina y una iglesia necesitada de sacerdotes y hermanos de nuestra comunidad, yo dije por qué no vamos a lanzar una petición y fue aceptada -gracias a Dios- por dos cohermanos de la provincia de Chile, que aunque es una provincia pequeña buscaron la fuerza para iniciar esta misión, todavía sigue habiendo un chileno allá y también junto con él un mexicano y otro de España.. y hay una lista de espera de otros que dentro de un año o dos años también quieren ver si pueden dar una mano a esta misión y eso es muy bueno. Siendo una misión internacional de la Congregación están bajo la responsabilidad del superior general. Yo trato de visitar estás misiones una vez al año, un asistente general visita otro año y gracias a Dios, en el caso de esta misión, el Padre Fernando, Visitador de Chile, ha estado muy atento para acompañar a estos misioneros . También es otra manera de colaborar interprovincialmente y con la Familia Vicentina que se encuentra en este lugar.
Al comienzo dijimos que estaba usted comenzado el último año de su mandato como Superior General y la Congregación Se está preparando a través de las asambleas provinciales para celebrar el próximo año la Asamblea General que no tiene sólo como finalidad elegir al Superior General, pero en esta oportunidad, será tal vez ese un tema esencial, porque necesariamente tiene que haber un cambio ¿cuál cree usted que sería el perfil, desde su experiencia, del nuevo Superior General?
El nuevo Superior debe tener bastante energía, bastante buena salud y un deseo… bueno, yo no voy a decir cómo debe ser el Superior General, porque que escuchamos lo que el P. Maloney decía que el rol era animar …es el rol del Superior General, pero por ejemplo, él animaba a través de la palabra escrita… es un buen escritor. Yo animaba visitando, llegando a esos lugares, muchas veces lugares extremos para animar grupos pequeños de la Familia Vicentina, ya sea a las Hijas de la Caridad de la Caridad, Congregación u otras ramas… Yo pienso que entre las responsabilidades está la de seguir animando la Congregación de la Misión, las Hijas de la Caridad y en general toda la Familia Vicentina, porque juntos podemos hacer una diferencia como el lema que tenemos este año (de la Colaboración Vicentina), juntos como vicentinos, juntos con Cristo, como vicentinos, nosotros hacemos la diferencia. Y es verdad que cuanto más unidos estemos, más fuerza hay y más beneficiados son los pobres que lleguen a conocer el amor de Dios y el Evangelio.
Bueno, no queremos seguir abusando de su tiempo… el Visitador fue muy explícito para señalarnos una hora para finalizar esta entrevista, así que haría yo la última pregunta… ¿Cuál sería su sueño -esto como mensaje también- para la Familia Vicentina en los próximos años.
Bueno… continuar lo que hemos comenzado hace como 18 años y más; llegar a conocernos mejor, realmente viéndonos no nosotros mismos cada rama como protagonista de lo que hacemos, sino más bien poniendo como protagonistas los mismos pobres que estamos llamador a servir y profundizar y hacerlo de una manera que puede ser muy eficaz en la construcción del Reino de Dios, donde estamos. Para hacerlo necesitamos unirnos, necesitamos rezar juntos, necesitamos formarnos juntos, necesitamos hacer muchas cosas, pero Dios es bueno y va a acompañarnos en esto, este es mi gran sueño, que siga adelante este esfuerzo.
Muy bien, le agradecemos mucho este tiempo que no ha dado, el mensaje que nos deja. Se lo agradecemos en nombre de Revic (Red Educativa Vicentina) y de Radio Vicentina, en sintonía con Jesús y los pobres… y que le vaya muy bien en todo lo que tiene que realizar por estos lados.
Bueno, muchísimas gracias y Dios bendiga a la Familia Vicentina aquí en Chile y en el mundo entero y los que son nuestros amos y señores, los pobres.
Cortesía: P. Carlos de la Rivera, CM
Fuente: cmglobal.org
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