En 2010, Qatar —país conocido por su vulneración de los más básicos derechos humanos (la libertad de prensa, de asociación, derechos de las mujeres y LGTBI, etc.)— fue elegido sede de la Copa mundial de fútbol 2022 que acaba de iniciarse, en una votación rodeada de polémica y sospechas de sobornos y corrupción.
