“El reino de Dios está dentro de ustedes”
Flm 1, 7-20; Sal 145; Lc 17, 20-25.
¿Cuántas veces hemos buscado a Dios en el exterior de nuestra vida, en éste o aquél predicador? Jesús nos enseña en el evangelio de hoy que el reino de Dios no tendrá nada de espectacular, sino que será, como todas sus cosas, algo sencillo y humilde. Esto lo había referido en la parábola del sembrador, en la que Jesús señaló que de manera silenciosa y sin que nos demos cuenta, la semilla de la Palabra germina. Así en nosotros, si la Palabra encuentra disposición, nos hará entrar en un camino de conversión instaurando el reino de Dios en nuestros corazones.
El encuentro con el reino de Dios es ese momento personal en que nos encontramos con Jesús en nuestro interior, donde aceptamos su palabra; todo ello como resultado de las luces y acción del Espíritu Santo.
Por lo tanto, busca y sé consciente que en lo profundo de tu corazón se encuentra la acción trinitaria de nuestro Dios: El Padre que nos sostiene, la palabra de Jesús y Él mismo como alimento sacramental y el Santo Espíritu que nos inspira y mueve a acoger y vivir el reino Dios.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autores: Juan Francisco Cervantes y Sandra Pinedo, de la Sociedad de San Vicente de Paúl
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