«En oración con María» es el título que hemos escogido la comunidad misionera de la Congregación de la Misión de Pamplona (España) para la novena a la Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa de este año 2024 y que ponemos a vuestra disposición como un subsidio litúrgico que debe ser trabajado y adaptado a cada situación pastoral en la que estemos.
Dice el Papa Francisco: “de ahora en adelante me alegra pensar que el año que precede al acontecimiento jubilar, 2024, podrá estar dedicado a una gran sinfonía de oración. Ante todo, recuperar el deseo de estar en presencia del Señor, escucharlo y adorarlo”. Un año, subrayó el Papa, «en el que los corazones se abren para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del ‘Padre Nuestro’, la oración con la que Jesús nos ha enseñado el programa de vida de cada uno de sus discípulos».
“Este año es un momento privilegiado para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de ésta en la vida cristiana; cómo orar, y sobre todo cómo educar a orar hoy, en la ‘era de la cultura digital’. El año de la oración se enmarca en este contexto para favorecer la relación con el Señor y ofrecer momentos de auténtico descanso espiritual. Un oasis para descansar del estrés cotidiano donde la oración se convierte en alimento para la vida cristiana de fe, esperanza y caridad”.
Como preparación para “el Jubileo de la Esperanza”, el Dicasterio para la Evangelización, nos invita a preparar este acontecimiento eclesial y universal orando y ¡qué mejor que hacerlo con María! en estos tiempos convulsos que estamos viviendo a nivel mundial.
Se nos invita a hacer una verdadera “escuela de oración”, sin dar nada por sentado, sobre todo en relación con nuestro modo de orar, pero haciendo nuestras cada día las palabras de los discípulos, cuando le pidieron a Jesús: “Señor, enséñanos a orar” (Lc. 11,1).
Es una llamada a ser más humildes, a dejarnos guiar siempre por el Espíritu, “maestro de oración” y a aprender de los santos que anduvieron este camino, no sin dificultades, pero siempre marcado por la perseverancia y la fe. Como María, dispongámonos, en esta novena, a abrir nuestro corazón, a través de la oración, a las sugerencias del Espíritu.
El Papa, desde los primeros meses de su pontificado, ha descrito cómo la oración es el lugar en el cual los cristianos se reconocen parte de la «única familia de Dios» (Audiencia general, 25 de septiembre de 2013), porque con ella se refuerzan los lazos de fraternidad que nos unen con el mismo Padre. Palabras que hacen eco del Catecismo, que enseña que es en la oración litúrgica donde la Iglesia se reconoce como un cuerpo único que se dirige a su Señor La enseñanza del papa francisco sobre la oración (CEC 2641-2643) – «Donde hay oración, hay comunión; y donde hay comunión, hay oración».
“Que la oración sea, por lo tanto, la brújula que oriente, la luz que ilumine el camino y la fuerza que nos sostenga en la peregrinación que conducirá a cruzar la Puerta Santa. A través de la oración, podremos llegar con un corazón preparado para acoger los dones de gracia y de perdón que el Jubileo nos ofrecerá, en cuanto expresión viva de nuestra relación con Dios. Sumerjámonos, pues, con la oración, en un diálogo continuo con el Creador, descubriendo la alegría del silencio, la paz del abandono y la fuerza de la intercesión en la comunión de los santos”.
«La oración es la primera fuerza de la esperanza. Tú rezas y la esperanza crece, avanza. Yo diría que la oración abre la puerta a la esperanza. La esperanza está ahí, pero con mi oración le abro la puerta» (Audiencia general, 20 de mayo de 2020)
Luis Miguel Medina, C.M.
Rector de la Iglesia de la Milagrosa
Pamplona
Fuente: Web de los Misioneros Paúles de la provincia de Zaragoza (España)
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