“El Espíritu Santo les enseñará lo que tienen que decir”
Ef 1, 15-23; Sal 8; Lc 12, 8-12.
Al hablarnos hoy Jesús en el evangelio nos exhorta a mantenernos fieles y confiados en Él en la hora de las pruebas, las dificultades, los problemas y los juicios que no faltan en la vida de todos nosotros. El que lo confiesa sin miedo es el que persevera hasta el final y se salva. Fiel siempre, pero también incansable en su perseverancia.
La perseverancia en el amor, en los momentos de paz y tranquilidad, pero también en los momentos difíciles y de problemas. Pero quien se acobarda, pierde la confianza, la esperanza y reniega de Jesús, queriendo salvar su vida, o salir adelante por sí solo, acabará por perderla.
El discípulo de Jesús que quiera vivir su fe encontrará dificultades con toda seguridad. Por eso, para aquellos que buscamos mantenernos fieles, recordemos la promesa llena de esperanza, la fuerza del Espíritu que actuó en Él seguirá obrando en sus discípulos. Es el Espíritu Santo el que nos asiste en el momento duro de la prueba, como lo hizo con la misma persona de Jesús.
Invoquemos al Espíritu Santo de Dios, para mantenernos fieles en medio de las pruebas y dificultades. Espíritu Santo, ¡ven en mi ayuda!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jaime Reyes Mendoza C.M.
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