“El Hijo del Hombre no ha venido para perder a los hombres, sino para salvarlos”
Job 3, 1-3. 11-15. 17. 20-23; Sal 87; Lc 9, 51-56.
Los discípulos que van acompañando al Mesías en su camino hacia Jerusalén todavía no tienen claro lo que significa el seguimiento a Jesucristo, los discípulos que han dicho “sí” a Jesús, lo descubrirán poco a poco.
Seguir a Cristo no es imponerse a la fuerza y despreciar otros modos de entender la vida y la religión. Por eso, ante la postura hostil de los “hijos del trueno”, Jesús se muestra tolerante y paciente. Todavía es el tiempo de la misericordia de Dios. Él nos muestra el fuego de su amor a los hombres, a quienes ha venido a salvar y no a condenar.
Nosotros como cristianos, estamos llamados a seguir a Jesús y a descubrirlo presente en la persona de nuestros hermanos. ¿Cómo es mi actitud frente a las personas que piensan distinto? ¿Soy tolerante frente ante la incomprensión sin deseo de venganza?
Permítenos Señor que comprendamos y asimilemos tu mensaje de que nos invita a vivir en el amor, dejando atrás la indiferencia, el egoísmo y la violencia, para ser portadores de justicia de paz y de esperanza..
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jaime Reyes Mendoza C.M.
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