“El que no está contra nosotros está a favor nuestro“
Núm 11, 25-29; Sal 18,8.10.12-13.14; Sant 5,1-6; Mc 9, 38-48.
Este domingo escuchamos en el evangelio palabras exigentes pronunciadas por Jesús. Debemos reconocer que en la Biblia hay páginas duras y expresiones que pueden extrañarnos, tal como las que escuchamos hoy.
El pasaje evangélico presenta el episodio del «exorcista libre». Para sorpresa de Juan, Jesús no prohibe a nadie ejercer su profetismo, aunque no esté exactamente dentro del grupo de los elegidos. Se muestra así, la amplitud de corazón de Jesús en contraste con la estrechez de la mirada de Juan.
En nuestra Iglesia o comunidad puede seguir viva la tentación de monopolizar. A veces queremos usurpar el Espíritu, apropiarnos de la verdad y la razón. Tendemos a cerrar el grupo rechazando instintivamente a los que «no son de los nuestros».
En ocasiones despreciamos a aquellos que tienen nuevas ideas. Por celos devaluamos a quienes vemos que lo hacen mejor y consiguen tener más éxito que nosotros. Reconozcamos que no somos los únicos buenos, que no somos dueños del Espíritu.
¿Somos capaces de reconocer los valores que tienen otros y alegrarnos de sus éxitos? Recordemos que se trata de hacer el bien, sin importar quien lo haga.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Antonio G. Escobedo C.M.
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