“Andas inquieta y preocupada por muchas cosas”
Jer 13, 1-11; Dt 32, 18-21; Lc 10, 38-42.
El texto evangélico de la memoria que hoy celebramos, muchas veces se ha interpretado como una contraposición entre la contemplación y la acción de servicio. Marta representa a quienes no fundamentan su acción en la Palabra de Dios. María por su parte representa a quienes fundamentan su servicio en la Palabra.
Marta se deja llevar por su entusiasmo en el trabajo, perdiendo de vista el sentido de su hacer y la motivación principal de su servicio. De continuar así, su servicio será activismo, que puede conducir a la ansiedad; “muchas cosas te preocupan”… y te estresan. Marta reafirmó su fe en el encuentro con Jesús cuando la muerte de Lázaro. Se dejó conducir.
María es el modelo de discípulo que se sienta para escuchar; según costumbres culturales para escuchar de verdad sólo podía hacerse sentados. Padre santo que hiciste de la casa de Betania, un hogar donde tu Hijo encontró verdaderos amigos, discípulos y atención servicial, concédenos la gracia de ofrecer a Jesús un corazón sensible a la palabra, que sepa escucharte con buena voluntad. Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Rosendo Martínez Flores C.M.
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