“Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron“
2 Re 4, 42-44; Sal 144; Ef 4, 1-6; Jn 6, 1-15.
En el capítulo 6, san Juan nos presenta a Jesús como Pan de Vida, y para su catequesis utiliza signos relevantes para los judíos: “Subió a la montaña” (moisés subió al monte Sinaí),“estaba cerca la Pascua” (la liberación de la esclavitud de los egipcios), la multitud con hambre en lugar despoblado (el pueblo de Israel en el desierto).
Es la humanidad con hambre y sed de vida y de liberación. Jesús involucra en su obra de saciar estas ansias de la humanidad, a su comunidad, los que han creído en él, pero aún les falta aprender la vida en comunidad y el compartir al estilo de Jesús: “Doscientos denarios de pan no bastan…”. Pero un niño (en la cultura judía, un insignificante e indefenso ser), trae cinco panes y dos pescados, (siete piezas, significa todo). Jesús desea que aprendamos a compartir lo que tenemos, por más insignificante que parezca, para saciar el hambre y sed de la humanidad.
Señor, enséñame a amar como nos amas Tu, sin reservas, a renunciar a mi egoísmo, para colaborar en tu obra de misericordia. Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Rosendo Martínez Flores C.M.
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