“Les mandó que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta”
Miq 2, 1-5; Sal 9; Mt 12, 14-21.
Jesús cuestionó seriamente la santa ley del reposo sabático; por su parte los fariseos, sin demora, planearon la muerte de Jesús. Pero Jesús irá a otro lugar a continuar la misión anunciando y realizando los signos del reino.
Las esperanzas mesiánicas despertadas y animadas por los profetas, se cumplen en la persona de Jesús. Su mansedumbre y su amor misericordioso para todos lo que a él se acercan para escucharlo como discípulos, libera de las ataduras malignas que lastiman la vida de las personas.
Como cristianos y pertenecientes a una asociación o grupo de servicio y misión en la comunidad, vamos a esforzarnos por ser colaboradores con Jesús en la obra del Reino, que el mismo Jesús comenzó a construir entre nosotros.
Señor Jesús, concédeme la gracia de ser manso y humilde de corazón como tú, para que colabore contigo cuando busco servirte. Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Rosendo Martínez Flores C.M.
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