“Ojo por ojo”
1 Re 21, 1-16; Sal 5; Mt 5, 38-42.
«Ojo por ojo y el mundo quedará ciego”. Esta frase fue acuñada por Mahatma Gandhi. Cuando escuchamos tantas situaciones de dolor, nos produce un descontento. La impotencia es un sentimiento que vivimos continuamente quienes escuchamos las tristes noticias de aquellos a los que les han arrebatado a sus hijos o familiares.
Tenemos que ser conscientes de que no tenemos la solución para todas las víctimas, pero ciertamente el camino no es la venganza. Pensar que la venganza va a devolver a nuestros seres queridos es una falacia. Hoy el Evangelio nos llama a superar esa antigua norma, nos orienta a actuar sin venganza ni resentimiento, a perdonar de corazón y a no buscar el desquite.
En la sierra Tarahumara se ha comenzado a trabajar en la reconstrucción del tejido social después de los sucesos de la muerte de los sacerdotes Jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos. Se tiene el objetivo de trabajar en espacios de diálogo. Escuchar a las familias y volver a crear espacios de confianza para trabajar en las futuras generaciones. No podemos volver el tiempo atrás, pero buscamos cambiar la realidad. Con Jesús otra realidad es posible por ello, con su ayuda, se espera una respuesta favorable.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: José Alfredo Delgadillo Padilla C.M.
0 comentarios