“Vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos“
Deut 4, 32-34. 39-40; Sal 32; Rom 8, 14-17; Mt 28, 16-20.
En esta Solemnidad de la Santísima Trinidad celebramos la comunión de amor de Dios Trino. En este contexto, el evangelio nos muestra como la comunidad de discípulos crece siendo consagrados en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo.
Hoy a nosotros, como a los discípulos de aquel tiempo, se nos invita a anunciar la Buena Nueva con la certeza de que Jesús estará con nosotros siempre, hasta el fin del mundo. Dicho anuncio lo debemos llevar a toda persona y grupo, anunciando el mandamiento más grande que nos enseñó Jesús, que es el amor al Padre y al prójimo como a nosotros mismos.
Si somos imagen y semejanza de Dios, estamos llamados a ser portadores de esperanza y a vivir imitando el modelo de amor de la Trinidad que, siendo tres personas distintas, están unidos en un solo amor divino.
Sabiéndote templo del Espíritu Santo ¿qué harías para anunciar el Evangelio en tu día a día? ¿Reconoces en tu vida la presencia del Señor, que nos ha prometido que estará con nosotros hasta el fin del mundo?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Juan Carlos Reyes Mendoza C.M.
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