“El que quiera ser el primero, que sea el último de todos”
Sant 4, 1-10; Sal 54; Mc 9, 30-37.
Hoy celebramos a estos hermanos mártires mexicanos, motivo que nos llena de alegría y de orgullo al saber que gente de nuestras tierras han alcanzado el don de la santidad por medio de su testimonio de sangre (entre 1915 y 1937), profesando su fe con aquel grito popular: ¡Viva Cristo Rey!
El pasaje de san Marcos que estamos meditando nos relata como Jesús instruye a sus discípulos en una relación de amistad, hablándoles sobre su pasión y resurrección, pero ellos no logran entender el alcance de tales palabras; incluso les provocan miedo e inquietud. No entienden lo que el Señor les anuncia porque ellos, mientras tanto, discuten sobre quien es el más importante entre ellos.
Es Señor es el Buen Maestro que incluso en esta situación no les reprende, sino que mansamente continua con su enseñanza precisamente sobre aquello que discutían: “El que quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Es a esto a lo que nos convoca el Señor como criterio para vivir en comunión y fraternidad.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Juan Carlos Reyes Mendoza C.M.
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