“El pastor llama a cada uno por su nombre”
Hech 11, 1-18; Sal 41y 42; Jn 10, 1-10.
La imagen que hoy nos presenta el evangelio es por demás bellísima, nos narra como el buen pastor ha entrado al mundo a llamar por su nombre a cada una de sus ovejas, que somos nosotros. Él nos llama por nuestro nombre pues nos conoce a fondo, conoce nuestras debilidades y dificultades de la vida, conoce nuestros sueños y anhelos, nos conoce en verdad.
Escuchemos su dulce voz que pronuncia nuestro nombre, escuchemos como nos llama con cariño, no dejemos que el falso pastor de este mundo nos distraiga y aleje de Jesús. El falso pastor nos intentará convencer de que lo que él nos puede dar es mejor que lo que Dios nos ofrece, no nos dejemos engañar.
Caminemos detrás de nuestro buen pastor, Jesús; Él está dispuesto a protegernos con su propia vida, él nos ama y nos guarda en su corazón, vayamos detrás de él. Siempre y en todo momento escuchemos su dulce y tierna voz que a diario nos llama por nuestro nombre.
¿Sé distinguir la voz de Jesús entre tantas otras llamadas provocativas que el mundo me hace?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Iván Pech May C.M.
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