Multiplica nuestros panes Señor para compartirte a los demás
Hech 5, 34 -42; sal 26; Jn 6,1-15.
Hoy leemos y meditamos el evangelio que nos habla de la multiplicación de los panes, una escena que muchas veces hemos escuchado. Hoy me gustaría que nos fijemos no solo en el evento histórico del pasado, sino sobre todo en la realidad de nuestra propia historia. Hoy al igual que ayer hay mucha gente con hambre material, pero también espiritual, ambas carencias necesitan ser saciadas, no basta con dar el alimento corporal si no damos también el pan de la Palabra que viene a alimentar el espíritu.
Decía san Vicente de Paúl: Si hay algunos entre nosotros que creen que están en la misión para evangelizar a los pobres y no para cuidarlos, para remediar sus necesidades espirituales y no las temporales, les diré que tenemos que asistirles y hacer que les asistan de las dos maneras, nosotros y los demás.
Eso es lo que hizo Jesucristo en la tierra, curó sanó dio de comer, pero también perdonó los pecados, liberó a personas poseías por el mal. Su acción fue integral. Al ciego Bartimeo (Mc 10, 46-52) lo levantó de su miseria y terminó siguiendo a Jesús por el camino.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Iván Pech May C.M.
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