“Los amó hasta el extremo”
Misa de la Cena del Señor
Ex 12, 1-18. 11-14; Sal 115; 1 Cor 11, 23-26; Jn 13, 1-15.
Son tres los regalos que Jesús nos dejó en aquella santa noche de jueves santo.
El don del servicio. Es la enseñanza más grande que el Maestro ha dejado a la humanidad. El don del servicio representado. Y lo hizo en ese sencillo y bello gesto de lavar los pies a sus apóstoles, imagen que remite al encuentro de Jesús con todos aquellos hombres y mujeres pobres, enfermos, necesitados… Todos se ven reflejados en este momento. Servir es la vocación de todo ser humano.
El nuevo mandamiento del amor. “Que nos amemos unos a otros como Él nos ha amado”. Su amor manifestado en la entrega de su vida. Solo de Él podemos saber y aprender lo que es realmente el amor. Y son muchos los mensajes y las acciones con las que Jesús nos muestra lo que es el verdadero camino del amor. (Cfr. Lc 10, 25-37).
Hagan esto en memoria mía. El poder concedido a sus apóstoles de hacer presente en cada Eucaristía su propia entrega por nosotros. El gran regalo de poder sentarnos diariamente a la mesa con Jesús para compartir su Palabra y recibirlo en la comunión. ¿Qué más pudo hacer por nosotros?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jesús de Luna C.M.
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