“Trataban de capturar a Jesús, pero aún no había llegado su hora”
Sab 2, 1. 12-22; Sal 33; Jn 7,1-2. 10. 25-30.
El recorrido litúrgico que hacemos en este tiempo de la cuaresma para llegar al momento de la resurrección, va dando la pauta para hacer de él un itinerario espiritual que permita celebrarlo lo mejor posible en el Triduo Pascual de su pasión muerte y resurrección.
Este texto coloca ya a Jesús en Jerusalén, lugar en que se realizará el acontecimiento de la Redención, que San Juan llama “la Hora de Jesús”. En este acontecimiento es donde la Iglesia reconoce tener su origen. Por esta razón año con año celebramos y vivimos este momento y en él nos alimentamos de la vida de Jesús, que vino a entregar su vida por nosotros.
Como Jesús se reconoce enviado por el Padre, así nosotros, su Iglesia, nos reconocemos enviados al mundo para anunciar la salvación que nos ofrece el Padre en su divino Hijo: “Yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por Aquel que es veraz”.
¿Cómo me voy preparando para vivir la Pascua de Jesús? ¿Mi vida, con la gracia de Dios, va siendo una “pascua”, un pasar del pecado a la gracia?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jesús de Luna C.M.
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