“Gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo nuestro salvador”
Tit 1, 1-5 (o bien 2 Tim 1, 1-8); Sal 95; Mc 4, 26-34.
En los evangelios podemos encontrar 23 parábolas de Jesús. San Marcos menciona cuatro de ellas y la primera de hoy aparece solo en este evangelio y trata de la comparación del reino de Dios con la siembra de la semilla que germina, crece, da fruto y es cosechada.
Jesús nos habla de que el reino de Dios se va desarrollando como la naturaleza misma; quizá deberíamos ser más conscientes del desarrollo de nuestra propia evangelización, de la de nuestro grupo parroquial: ¿En qué etapa del desarrollo estoy? Desde el día en que la semilla fue plantada en mí, ¿el Señor ya ha podido cosechar algo?
Muchas veces nos centramos en lo que recibimos y no en lo que ofrecemos. La segunda parábola nos recuerda que basta con un granito para llegar a ofrecer grandes beneficios: ¿A quién cobija mi fe, mi esperanza, mi caridad?, ¿qué tanto han crecido en mí estas virtudes cuya semilla Dios me regaló en mi bautismo?
Pidamos al Sembrador vele por cada uno de nosotros, para que demos frutos de amor, de acción de gracias y de perdón.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Norma Leticia Cortés Cázares, Medalla Milagrosa de Monterrey.
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