“Al que obra por el buen camino, le haré gustar la salvación”

1 Sam 15, 16-23; Sal 49; Mc 2, 18-22.

La palabra de Dios en el día de hoy nos habla sobre los sacrificios que le agradan al Señor; cuando estamos en dificultades solemos ofrecerle al Señor algún sacrificio, en ocasiones muy difícil de cumplir, sin embargo, hoy Dios nos aligera la carga y nos pide una sola cosa: Obedecer a su Palabra.

Samuel se dirige al rey Saúl con palabras fuertes de parte de Dios: “La obediencia vale más que las palabras; la docilidad, más que la grasa de carneros”. Dios le había pedido no atacar a otro pueblo y Saúl desobedeció cegado por la codicia.

Jesús, en el evangelio, también habla claro sobre el ayuno y la abstinencia de sus discípulos. Él es la nueva ley, los sacrificios sirven para volver a Dios, no son requisitos de intercambio. Jesús no dice que no se hagan, pide hacerlo con criterio, con sentido común.

El salmo de hoy también nos ayudará para meditar sobre lo que Dios nos pide hoy.

Te invito a meditar cantando con el siguiente canto:

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Norma Leticia Cortés Cázares, Medalla Milagrosa de Monterrey.