“El que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él“
1 Sam 3, 3-10.19; Sal 39; 1 Cor 6, 13-15. 17-20; Jn 1, 35-42.
Iniciamos el tiempo litúrgico llamado Ordinario, solo por un tiempo corto, hasta antes del inicio de la Cuaresma. Es significativo hacerlo con el testimonio de Juan Bautista a sus discípulos sobre quién es Jesús. Uno de ellos es Andrés, quien después siguió a Jesús hasta su morada. Andrés era hermano de Simón y al encontrarlo le dice: “Hemos encontrado al Mesías” y lo llevó a Jesús. Es imposible no comunicar aquello que nos asombra, y buscar que otros también se maravillen. ¿Te ha sucedido algo así? ¿La revelación de Jesús en tu vida te ha motivado para darlo a conocer? ¿Le has preguntado a Jesús dónde vive? ¿Te has dado la oportunidad de vivir un encuentro personal con Jesús? Espero que sí. y que como Simón hayas experimentado que Jesús te cambia. A Simón le cambio no solo el nombre, también la misión en la vida, los afanes y tareas.
Samuel, en la primera lectura, también nos narra su propia experiencia de encuentro con Dios; con ayuda de Elí emprende también una nueva misión: Ser profeta en medio de su pueblo.
Te pedimos Señor por aquellos que te buscan, aún sin saberlo. Concédeles la gracia de estar contigo.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Norma Leticia Cortés Cázares, Medalla Milagrosa de Monterrey.
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