“Bueno es el Señor para con todos”
Is 41, 13-20; Sal 144; Mt 11, 11-15.
El pasaje del libro de Isaías nos invita a confiar en Dios y a ser solidarios con los menos afortunados. Dios nos asegura que está siempre dispuesto a auxiliarnos y protegernos, y nos recuerda que Él tiene el poder de transformar cualquier situación, por más difícil que sea, en algo positivo y hermoso.
Nos muestra lo importante que es tener compasión por los necesitados, los hambrientos y sedientos, por los más pobres que necesitan nuestra ayuda y nuestra comprensión.
Dios nos llama a ser auxilio y consuelo para ello, y nos asegura que nunca nos abandonará en nuestra propia búsqueda de ayuda y consuelo.
En resumen, el profeta nos invita a confiar en Dios, a ser solidarios y a tener la seguridad de que nuestro Padre tiene el poder de transformar cualquier indigencia nuestra en posibilidad de dicha y bendición.
Es un llamado a la esperanza y a la acción, a confiar en sus promesas y a trabajar para hacer del mundo un lugar mejor para todos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Grupo de fieles laicos de la Rectoría La Sagrada Familia, Chihuahua, México.
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