“Derriben este santuario y en tres días lo reconstruiré”
Ez 47, 1-2. 8-9. 12; Sal 45; Jn 2, 13-22.
Hoy la iglesia entera celebra la dedicación de la Basílica de Letrán, que es la Catedral de Roma. Está dedicada a Cristo Salvador, sin embargo, es más conocida con el nombre de San Juan, por estar también dedicada a Juan Evangelista y a Juan Bautista. Es la más antigua y la de rango más alto de entre las cuatro
Basílicas de Roma; tiene el título honorífico de “madre y cabeza de todas las iglesias”. Fue consagrada por el Papa San Silvestre en el año 324.
La Iglesia es la casa de Dios fundada sobre la roca que es Cristo y de ella formamos parte todos quienes creemos en Cristo; somos la iglesia viva, la iglesia peregrina y estamos invitados a construir el Reino de Dios que Jesucristo el Señor vino a anunciarnos.
Hoy en el Evangelio, Jesús se presenta como el nuevo Templo (“Derriben este santuario y en tres días lo reconstruiré”), haciendo alusión a su muerte y resurrección.
Eres templo de Dios. ¿Eres consciente de ello? ¿Los demás pueden percibir la presencia viva de Dios en tus acciones y actitudes? ¿O será que este templo (tu persona) lo has profanado?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: María Raquel Estrada Díaz, laica colaboradora de la parroquia de La Medalla Milagrosa de Puebla, México.
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