“No tengan otra deuda que la del amor mutuo“
Ez 33, 7-9; Sal 94; Rom 13, 8.10; Mt 18, 15-20.
La liturgia de la Palabra de este domingo del Señor nos invita a aprender a amar, a perdonar y a acompañar a los demás, al estilo de Jesucristo.
El profeta Ezequiel nos recuerda que la Palabra que Dios nos comunica a través de los acontecimientos de nuestra vida, siempre será mensaje de salvación para compartir con los demás, por lo que hay que estar atentos para transmitir el mensaje oportunamente. Por su parte, el apóstol San Pablo, en su carta a los romanos, nos pide que no tengamos con nadie otra deuda que la del amor mutuo, de tal manera que nuestro hacer y no hacer, nuestro decir y no decir, sea hacer por los demás lo que Jesucristo ha hecho por nosotros, y en un momento dado, que amonestar a otros pueda hacerse como nos gustaría que nos amonestaran y corrigieran a nosotros, y con la actitud con la que estaríamos dispuestos a escuchar a otro, si de nosotros se tratara.
Señor, si en mi oración te pido sólo lo que a mí me conviene y me olvido de los demás, ¿podrías recordarme amablemente que lo que nutre la vida de los demás, también nutre mi vida y la de los míos? Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Erick Fernando Martínez B., C.M.
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