“Estaban asombrados de sus enseñanzas”
1 Tes 5, 1-6. 9-11; Sal 26; Lc 4, 31-37.
La liturgia de la Palabra nos invita hoy a que nos animemos mutuamente a vivir como hijos de la luz. La carta de san Pablo a los tesalonicenses nos recuerda la necesidad de mantenernos en vigilancia orante, para saber participar de la salvación de la vida de Jesucristo, el Señor, y vivir como resucitados ya desde hoy, animándonos unos a otros con la coherencia de nuestra vida.
Por su parte, el relato del evangelio según san Lucas nos remite al asombro que causaba Jesucristo en las personas a causa de la autoridad y gran vitalidad que mostraba con su manera de enseñar el bien, de confrontar al mal y de su actitud ante las personas necesitadas y ante los poderosos, ya fueran personas o espíritus, y cómo, justo por eso, su fama se extendió rápidamente por todos lados.
¿Qué es lo que más me llama la atención de la manera de ser de Jesucristo y ante qué personas o situaciones?
Señor, concédenos tu Santo Espíritu para que siempre, y ante todas las situaciones de nuestras vidas, nos preguntemos con sinceridad y confianza: ¿Qué harías Tú si estuvieras en mi lugar y cómo puedo realizarlo yo? Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Erick Fernando Martínez B., C.M.
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