“Llamó a sus servidores de confianza”
1 Tes 4,9-11; Sal 97; Mt 25,14-30.
El día de hoy la liturgia de la Palabra nos invita a reflexionar sobre el valor de la confianza.
La parábola del Evangelio según san Mateo nos habla de un hombre rico que llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes, mientras él emprendía un largo viaje a tierras muy lejanas. Los tres son personas de confianza para que el Señor les dé tal encomienda de sus bienes. A cada uno le da según sus capacidades. Es interesante notar que uno de ellos no confía ni en su Señor ni en sí mismo: “Tuve miedo (de ti y de mí) y fui a esconder lo que tú me diste, mis capacidades también”. ¿No perdió nada? Pero tampoco ganó nada, por lo que, en realidad, lo perdió todo.
Señor,enséñanos a descubrir que la clave para el amor fraterno y para vivir en tu paz, pide que cada uno de nosotros reconozca que confías en nosotros y sabes de lo que somos capaces y lo que podemos lograr. Se vale no querer correr riesgos insensatamente, aunque ahí se encuentra la medida de nuestro compromiso, en la medida de los riesgos que nos atrevemos a correr para que los dones y bienes que hemos recibido den los mejores frutos de Evangelio y de tu Reino. Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Erick Fernando Martínez B., C.M.
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