Hoy celebramos la fiesta del beato Ghebra, misionero paúl. Para Ghebra-Miguel, mártir en búsqueda de la verdad, el conocimiento de los diversos grupos teológicos era insuficiente. Quiso conocer la verdad según la Sagrada Escritura, expresada por los Padres de la Iglesia, formulada en los primeros Concilios y a los que la Iglesia profesaba una fidelidad inalterable.
1788 | Nacimiento |
1813 | Monje y doctorado en Ciencias Eclesiásticas |
de 1814 a 1825 | Peregrinación de conocimiento |
1842, febrero | Visita aRoma |
1844 | Fue recibido en la Iglesia católica |
1851, 1 de enero | Ordenado sacerdote en secreto |
1854, julio | Fue encarcelado y torturado |
1855, 29 de agosto | Martirio |
1926, 31 de octubre | Fue beatificado como mártir por Pío XI |
30 de agosto | Fiesta litúrgica |
Ghebra-Miguel nació en 1788 en una familia ortodoxa, en Dibo, provincia de Gjam (Etiopía), cerca del Monasterio de Mertule Mariam. Recibió la educación secundaria en la escuela monacal de este monasterio y fue novicio en el mismo.
Durante seis años siguió fielmente los deberes de monje y estudió cuidadosamente toda la Biblia, los primeros Concilios, los documentos de los Padres de la Iglesia y otros documentos que él pudo conseguir. En 1813 era ya “Doctor en Ciencias Eclesiásticas”. Pero su deseo de conocer más profundamente era insaciable; por lo que empezó una peregrinación de conocimiento a los monasterios más prestigiosos de Etiopía y Eritrea (1814-1825).
Dejazmatch Wiebie, Príncipe de Tigray, lo nombró miembro de la comisión enviada a El Cairo para pedir un nuevo obispo para Etiopía. Por razones de seguridad, esta comisión fue acompañada por un sacerdote católico, Justino de Jacobis. Él puso como condición para aceptar dicha misión, llevar después con él a los delegados a Roma para ofrecer su respeto al Papa Gregorio XVI. Después de haber completado la difícil misión de petición del nuevo obispo, se reunieron con el Patriarca Petro que les prohibió ir a Roma bajo pena de excomunión. No obstante, ellos tuvieron el valor de visitar Roma en 1842 y observar la verdad de la fe vivida en la Iglesia católica. Ghebra-Miguel descubrió que la fe de la Iglesia católica estaba en armoniosa continuidad con la antigua Iglesia etíope.
Al volver a Adwa en febrero de 1844, Ghebra Miguel pidió a Mons. Justino de Jacobís que lo recibiera en la Iglesia católica. A la edad de 59 años Ghebra Miguel, se ordenó sacerdote, en secreto, el 1 de enero de 1851, en las ruinas de la iglesia de Alitena.
Fue designado maestro de estudiantes por Mons. Justino de Jacobis. Siendo rector del seminario menor, el Abuna Selama, nuevo obispo, empezó a perseguir a Justino de Jacobis, Ghebra-Miguel y a todos los que les seguían.
Abba Ghebra-Miguel fue tan brutalmente golpeado que la sangre le salía de la boca empapando todo su cuerpo. Los que lo vieron extendieron pronto el rumor de que había muerto. Después de sobrevivir a la paliza, le encadenaron de pies y manos. El 25 de julio de 1854, después de ser entrevistado por el Abuna Selama, le ataron las piernas con un grillete.
Después de soportar la cárcel y una terrible tortura, fue sentenciado a muerte y el 29 de agosto de 1855, día de la fiesta de San Jorge, mártir, un escuadrón acabó con su vida. Él, a pesar de todas las torturas, permaneció fiel a la Iglesia católica.
Mons. Justino de Jacobis informó a su Superior General de la muerte de Abba Ghebra Miguel llamándole “postulante” y “seminarista” de la Congregación de Misión.
Fuente: http://filles-de-la-charite.org/
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