“Obreros para la viña del señor”
Jue 9, 6-15; Sal 20; Mt 20, 1-16.
Esta cita evangélica fue dirigida a los fariseos. Éstos criticaban al maestro porque acogía a la escoria religiosa: pecadores y publicanos. Jesús demuestra con su parábola el proceder bondadoso de Dios al que él se atiene. La parábola no viene a justificar una supuesta injusticia o una indiferencia religiosa, amparándose en la bondad divina. Lo que afirma Jesús es la gratuidad del amor de Dios al hombre frente a la religión mercantilista y la moral del mérito que patrocinaban los fariseos. Es la salida del padre amoroso al encuentro de todo el que lo busca mediante una sincera conversión.
Ante Dios no hay monopolio exclusivista no tiene cabida la pretensión de manipular su libertad conforme a nuestros egoísmos personales, pues los dones de Dios, su gracia, su llamada a la fe y la entrada en su reino son inmerecidos siempre, efecto solamente de su bondad generosa. Porque Dios es bueno y nos ama con amor gratuito tanto a los primeros como a los últimos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Eugenio Lozano Cervantes, laico de la Familia Vicentina de Guadalajara.
0 comentarios