“Los hijos están exentos”
Dt 10, 12-22; Sal 14; Mt 17, 22-27.
En este evangelio podemos encontrar varias enseñanzas importantes:
Primero: podemos ver que Jesús está consciente de su próxima muerte y resurrección, lo que indica su compromiso con la obra redentora de Dios. Aunque esto puede ser un pensamiento sombrío para nosotros, Jesús no muestra miedo ni desesperación, sino que sigue adelante con su ministerio y se enfoca en enseñar a sus discípulos.
Segundo: Jesús señala que los hijos no deben pagar por su propio padre, y aunque él es el hijo de Dios también reconoce la autoridad del templo y los impuestos que se pagan ahí. Esto nos enseña que aunque debemos ser fieles a nuestras creencias, también debemos ser prácticos y considerar las leyes y normas del mundo que nos rodea.
Y Tercero: podemos ver que Jesús también muestra una gran compasión y consideración hacia los demás al decir a Pedro que no pague el impuesto, simplemente Jesús le enseña cómo encontrar una moneda para pagar la tasa. Porque Jesús se preocupa por las necesidades prácticas de sus seguidores y está dispuesto a ayudarles a culturizar la situación.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Eugenio Lozano Cervantes, laico de la Familia Vicentina de Guadalajara.
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