“Soy yo, no temáis“
1Re 19, 9-13; Sal 84; Mt 14, 22-23.
Mateo 14, 22-23 es una historia poderosa que tiene varios niveles de significado y enseñanza: teológicamente nos recuerda la naturaleza divina de Jesús, la importancia de la fe y de la importancia en Dios, y la necesidad de oración y contemplación para mantener una conexión con Dios. Después de alimentar a una multitud con dos panes y cinco peces, ordenó a sus discípulos que se subieran a la barca y cruzaran el mar de Galilea mientras él se quedaba atrás para orar. Durante la travesía una tormenta se levantó y los discípulos se sintieron atemorizados.
En primer lugar, el pasaje puede ser visto como un relato de la naturaleza divina de Jesús. El hecho de que Jesús caminara sobre el agua sugiere que tenía un poder divino que estaba más allá de los límites físicos de los seres humanos. Puede verse también como una reflexión sobre la fe y la confianza “Tener ánimo; Soy yo no temáis”. Esto sugiere que a pesar de los desafíos y dificultades que se enfrentan, los seguidores de Jesús tienen que tener fe en su poder divino y confiar en él.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Eugenio Lozano Cervantes, laico de la Familia Vicentina de Guadalajara.
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