“Compartir lo que hay”
Num 11, 4-15; Sal 80; Mt 14, 13-21.
El milagro de la multiplicación apunta al sacramento de la Eucaristía como alimento del nuevo pueblo de Dios, la Iglesia peregrina y por otra parte preanuncia escatológicamente el banquete definitivo del reino.
“EL HAMBRE DE LOS POBRES”
Ante la necesidad de la gente el mandato del Señor a sus discípulos fue: en vez de despedirlos, “denles ustedes de comer. ¿Es que podían ellos y podemos hoy nosotros multiplicar el pan para los pobres por arte de magia o de fe? En todo caso a lo que ciertamente no podemos renunciar es a multiplicar el amor y la fraternidad entre los hombres mediante el compartir lo que hay como se hizo con los 5 panes y los 2 peces.
Cuando vemos a Cristo saciando el hambre de los pobres nos viene a la memoria las estadísticas mundiales de la pobreza. Según éstas, dos de cada tres personas están subalimentadas y la mayor parte de la humanidad es víctima del hambre, la enfermedad, la incultura y la miseria. Y hay nuevos pobres como ancianos solitarios, enfermos terminales, niños sin familia, madres abandonadas y adictos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Eugenio Lozano Cervantes, laico de la Familia Vicentina de Guadalajara.
0 comentarios