“En la red entran buenos y malos.”
Ex 40,16-21. 34-38; Sal 83; Mt 13, 47-53.
Jesús en el evangelio de hoy nos presenta el reino de Dios comparándolo con una red. El punto central de la parábola no es tanto la red que arrastra toda clase de peces, buenos y malos, grandes o pequeños, sino la selección de los mismos. Tal selección es la última fase del reino de Dios: su juicio. Mientras, es el tiempo de la paciencia de Dios.
En el reino de Dios como en el mundo y la Iglesia, es inevitable la simultánea presencia de buenos y malos. Todos los que hemos recibo el bautismo quedamos incorporados a la Iglesia, siquiera nominalmente, y a todos se nos ofrece participar del reino de Dios mediante el seguimiento de Cristo. Y la respuesta será personal.
Por eso al final del tiempo habrá una selección: justos y malvados. Los malos serán pasto del horno encendido. “Allí será el llanto y el rechinar de dientes”
La tolerancia paciencia hasta el juicio de Dios, orienta al hombre hacia una decisión presente, acertada, urgente, oportuna, pero siempre apoyada por su gracia.
¿Soy consciente que en mi caminar por esta vida y con mi comportamiento me estoy jugando la vida eterna?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Eugenio Lozano Cervantes, laico de la Familia Vicentina de Guadalajara.
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