“Sabrán que Yo soy el Señor”
Ex 14, 15-18; Sal 15; Mt 12, 38-42.
El Pueblo de Israel ha iniciado su marcha de libertad, sin embargo, el Faraón tiene que vivir un proceso de ruptura y aceptación que parece imposible, una lucha en donde la libertad que Dios está dando a su pueblo, se ve cuestionada por los intereses mezquinos de aquellos que se ven disminuidos en su poder.
Esta escena nos ayuda a entender estas dinámicas de las que somos testigos diariamente a todos los niveles.
Situaciones de esclavitud que pareciera que se adecuan para no ser vencidas, injusticias, violencias, drogadicción, etc. Un sistema que pareciera dispuesto para hacernos caer en el engaño de que al estar rebasados por estas problemáticas ya no merece la pena ningún esfuerzo. Nada más contrario a lo que Dios anuncia desde antiguo. Por eso no podemos dejar de luchar sabiendo que no estamos solos y que contamos con la ayuda de Dios para vencer las esclavitudes.
La escena de la salida de Egipto nos recuerda la necesidad de la confianza en Dios, para no dejarnos vencer por el desánimo que los retos de la lucha por la libertad pueden generar.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. Alonso Nuñez Escobedo C.M., formador en el Seminario de Cd. Granja, Jal.
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