“Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos”
Hech 12, 1-11; Sal 33; 2 Tm 4, 6-8. 17-18; Mt 16, 13-19.
Hoy recordamos la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo, dos grandes pilares de la Iglesia, de cuya vida y ministerio tenemos mucho que aprender.
San Pedro, uno de los Doce y el primero de los Apóstoles, Roca sobre la cual Cristo edificó su Iglesia, y San Pablo, “llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios” (Rom 1, 1) y apóstol a los gentiles. Juntos son honrados como fundadores de la Iglesia de Roma.
“La tradición cristiana siempre ha considerado a San Pedro y San Pablo como inseparables: en efecto, juntos representan todo el Evangelio de Cristo” (Papa Benedicto XVI).
En la Palabra de hoy, el Señor cuestiona a sus discípulos y nos pregunta a nosotros mismos: ¿Quién soy yo para ustedes? En este momento, ¿qué lugar ocupo yo en tu vida? ¡Qué bueno sería que nuestra respuesta fuera tan atinada como la de Pedro! que lo reconoce como “el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Jesús se alegró al escuchar esto.
En nuestra oración pidamos por el Papa Francisco, sucesor de san Pedro y por su buen liderazgo para nuestra Iglesia.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. César Cruz Gálvez C.M., formador en el Seminario Vicentino de Lagos de Moreno, Jal., México.
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