“El que se humilla será engrandecido”
Hech 16, 1-10; Sal 99; Jn 15, 18-21.
«Al elegirlos, yo los he separado del mundo”, esta separación se entiende como una reserva para la consagración de la persona, para dedicarla sólo para Dios. No sólo se trata de sacerdotes, obispos o diáconos, Dios tiene muchos elegidos para servir en la Iglesia, y aquí también se incluye a los laicos, que desempeñan un papel importante para el caminar de las parroquias y de la Iglesia en general.
La consecuencia de esa elección es que el mundo los odiará y sufrirán persecución, pero Jesús nos dice: “Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán”. A pesar de ello, nuestro compromiso y vocación no deben decaer.
Los cristianos perseguidos en el mundo son numerosos; mártires siempre los ha habido y los habrá. ¿Te has preguntado alguna vez de dónde sacan fuerza los mártires? Es Dios quien los sostiene a cada paso, ellos simplemente van siguiendo las huellas de Cristo.
Hoy celebramos a Nuestra Señora de Fátima; el mensaje de la Virgen es de paz, conversión y salvación. Para que eso suceda se necesita mucha oración, particularmente el rezo del Santo Rosario. Fomentemos esta valiosa devoción en nuestra familia y en nuestros grupos pastorales.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Luz María Ramírez González, Sociedad de San Vicente de Paúl, León, Gto., México.
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