“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”
Éx 20, 1-17; Sal 18; 1 Cor 1, 22-25; Jn 2, 13-25.
Una de las frases más importantes del evangelio de hoy es: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Podríamos decir que esta autodefinición de Jesús es la síntesis de todo el Evangelio y una invitación para reafirmar nuestra fe y deseo constante de encontrarnos con él.
En primer lugar, descubrirlo como camino para avanzar siempre, renovarnos de manera constante, apoyarnos en él, ya que es camino en dos sentidos: Jesús viene del Padre y regresa al Padre.
En segundo lugar, encontrar en Cristo la verdad. Verdad significa fidelidad plena, estabilidad. Descubrir que la única verdad es el amor, y descubrirlo acercándonos al ser que sufre y es olvidado, cumpliendo de esta manera el proyecto del Padre, construyendo el Reino de Dios.
Por último, encontrar en Cristo la vida. Él la dio por nosotros, resucitó y por ello es capaz de danos vida y llevarnos a la vida eterna.
Como discípulos hemos de proclamar a todo el mundo que Jesús es maestro de la verdad porque es Palabra y enseñanza viva para la humanidad. Jesús es el camino porque “nadie va al Padre sino por Él”. Y Jesús es vida porque su Palabra y su Eucaristía alimentan nuestra vida.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Luz María Ramírez González, Sociedad de San Vicente de Paúl, León, Gto., México.
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