“Perdónanos, Señor, y viviremos”
Ez 18, 21-28; Sal 129; Mt 5, 20-26.
Los momentos decisivos pueden estar influenciados por cosas que parecen pequeñas. Oremos para ver hacia dónde Dios nos está conduciendo en las pequeñas cosas que nos suceden cotidianamente.
Los fariseos estaban principalmente preocupados por el amor de Dios en lugar de ocuparse del amor al prójimo. Para Jesús ambos están unidos íntimamente. Él llama la atención sobre la importancia de la correcta relación con Dios y con los demás. La reconciliación y el perdón están en el corazón de toda relación, porque Dios es el Dios de las relaciones.
Conchita Cabrera de Armida, madre de 9 hijos, viuda, mujer mística que escribió más de 60 libros, fundadora de las Obras de la Cruz formada por cinco grandes familias, 2 de religiosos y 3 de laicos. Habiendo sufrido tanto en los tiempos de la persecución religiosa en México, descubrió que en medio del dolor y la incomprensión se puede salir adelante por medio de la fe y el amor.
Señor, que mi relación con los demás sea por amor y no por conveniencia.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Adrián Acosta L., CM
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