“Vayan por todo el mundo y anuncien la buena nueva a toda criatura”
Hech 22, 3-16; Sal 116; Mc 16, 15-18.
Fundación de la Congregación de la Misión.
Para la Familia Vicentina, esparcida en todo el mundo, y para la Congregación de la Misión en particular, hoy es un día de acción de gracias. Dios ha sido bueno con nosotros, ha bendecido el Carisma que regaló a San Vicente de Paul y nos ha hecho germinar en lugares y contextos donde habitan sus hijos predilectos, los pobres.
San Vicente estaba convencido de que la tarea que el Señor mismo llevó a cabo, “evangelizar a los pobres”, seguía siendo vigente y urgente, y la Pequeña Compañía tenía su razón de ser en ello.
Como San Pablo, hace falta apostar la vida por el Evangelio. Esto no se logra de un momento a otro, sucede si uno está dispuesto, progresivamente, en la medida en que la Buena Nueva toca nuestro pensamiento, nuestras convicciones, nuestro actuar.
Dios permita que nos acerquemos a aquella experiencia tan honda que tuvo Pablo cuando declara: “Ya no soy yo quien vive, es Jesucristo quien vive en mí” (Gal 2, 20).
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Emmanuel Velázquez M., CM
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