“Tus pecados te quedan perdonados”
Is 35, 1-10; Sal 84; Lc 5, 17-26.
En este camino llamado Adviento, preparándonos para la Navidad, encontramos en el evangelio de hoy un relato maravilloso que nos muestra a Jesús enseñando a la gente y mostrando el poder de Dios a través de algunas curaciones. Pendientes de todo esto están los fariseos y maestros de la Ley. Unos hombres que llevan en una camilla a un enfermo para ser sanado por Jesús, ante la dificultad para acercarse a él, quitaron parte del techo y descolgaron la camilla hasta colocarla frente a Jesús.
En este relato lleno de detalles encontramos diferentes tipos de personas que hoy seguimos viendo en nuestros ambientes: Vemos a los que solo estorban e impiden a los más necesitados acercarse a Jesús. También están los que no hacen nada, pero se la pasan criticando (¿Cómo puede blasfemar de este modo?). Y por último los que hacen que las cosas sucedan, que son los amigos del enfermo que hicieron todo para ponerlo frente a Jesús.
¿Con quién te identificas en este Adviento tú? Ojalá que este tiempo nos sirva para dos cosas: Para ser promotor de que las cosas buenas sucedan y para acudir a la confesión y Jesús nos quite la parálisis del alma.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Alonso Palafox Tejeda
0 comentarios