Confiar en Dios y arrepentirse | Segunda semana de Adviento

por | Dic 5, 2022 | Formación, Reflexiones | 0 comentarios

Un viaje de Adviento con Santa Isabel Ana Seton | Una serie de cinco partes

Antes de que Jesús comenzara su ministerio público, san Juan Bautista comenzó el suyo. Desde el desierto, gritó: «Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos está cerca» (Mt 3,2). En la segunda semana de Adviento, la Iglesia, en sus lecturas evangélicas, repite ese grito. Se acerca el nacimiento del Salvador y se nos llama a arrepentirnos, a alejarnos del pecado y acercarnos a Dios.

San Juan Bautista bautiza al pueblo, Nicolas Poussin (1594-1665)

El arrepentimiento del Adviento, sin embargo, no es el arrepentimiento de la Cuaresma. Durante este tiempo, la Iglesia no nos llama a ayunar y a ponernos ceniza. En cambio, en el espíritu del santo niño, nacido en Belén, nos llama a practicar el arrepentimiento confiado de un niño. Nos invita a arrojarnos con humildad y sencillez a los brazos de nuestro Padre, confiados en su amor y en su perdón.

Esto no es lo que quiere el maligno. El demonio quiere alejarnos del Padre y acercarnos a él. Por eso, trata de torcer nuestra comprensión del arrepentimiento. Nos tienta a revolcarnos en el arrepentimiento, a creer que nuestros pecados son demasiado grandes y numerosos para la misericordia de Dios, y a dudar de que la mirada de un Padre amoroso nos espere cuando nos alejemos del pecado.

Santa Isabel Ana Seton conocía bien estas tentaciones.

Desde el principio de su camino espiritual, la Madre Seton reconoció que no había salvación sin arrepentimiento. Cuando todavía era episcopaliana, meditaba sobre su «naturaleza corrupta y enfermiza» y tomaba una resolución tras otra no sólo de no pecar más, sino de no exponerse nunca siquiera «a la más pequeña tentación que pueda evitar».

Sin embargo, como todos los santos, cuanto más se acercaba Isabel a Dios, más se daba cuenta de que el arrepentimiento no es algo que se haga una vez. Es un acto continuo de alejamiento del pecado y de acercamiento a Dios. También es una lucha continua con los pecados habituales que ninguna resolución simple puede erradicar. Para Isabel, ese pecado habitual era el juicio severo.

«La conciencia me reprocha con fuerza la poca caridad y delicadeza de amor que practico al hablar de las faltas de los demás», le dijo a su director espiritual, poco antes de su muerte. También le dijo lo mucho que lamentaba «las palabras de reproche y decepción» que le había dicho y cómo deseaba poder quitarle el dolor que le había causado «con mi sangre».

A medida que se acercaban las últimas horas de su vida, Isabel se volvía cada vez más dura consigo misma, arrepintiéndose de cada mirada levemente enfadada que había lanzado, incluso lamentando cómo una vez «recibió un pañuelo de forma levemente malhumorada». La tentación de la escrupulosidad estuvo a punto de vencerla, y mientras agonizaba le dijo a su director espiritual que temía ir al infierno. Pero, en sus últimos días, encontró descanso en el amor misericordioso de Dios, diciendo a las hermanas: «Parece como si nuestro Señor estuviera continuamente a mi lado en forma corpórea, para consolarme, animarme y alentarme».

Ese mismo Señor bondadoso está junto a cada uno de nosotros en este Adviento, consolándonos, animándonos y alentándonos cuando nos alejamos del pecado y nos dirigimos a Él. Al igual que santa Isabel Ana Seton, que nuestra mirada permanezca fija en Él, mientras caminamos hacia la Navidad.

Preguntas para la reflexión

  1. ¿Te cuesta creer en la misericordia de Dios hacia ti?
  2. ¿Qué te ayuda a confiar en su perdón?
  3. ¿De qué necesitas alejarte en este Adviento?

INTRODUCCIÓN | Un viaje de Adviento con Santa Isabel Ana Seton

PRIMERA SEMANA | La esperanza en la oscuridad

SEGUNDA SEMANA | Confiar en Dios y arrepentirse

SEMANA TRES | Esperando al Señor

SEMANA CUARTA | Dios está con nosotros

Emily Stimpson Chapman es una galardonada escritora católica residente en Pittsburgh, Pennsylvania. Sus libros incluyen The Catholic Table: Finding Joy Where Food & Faith Meet [La mesa católica: encontrar la alegría donde la comida y la fe se encuentran] (Emmaus Road, 2016); The American Catholic Almanac: The Patriots, Saints, Rogues, and Ordinary People Who Changed America [El almanaque católico americano: Los patriotas, los santos, los pícaros y las personas corrientes que cambiaron América] (Image, 2014), These Beautiful Bones: An Everyday Theology of the Body [Estos hermosos huesos: Una teología cotidiana del cuerpo] (Emmaus Road, 2013), and The Catholic Girl’s Survival Guide for the Single Years [Guía de supervivencia de la chica católica para los años de soltería] (Emmaus Road, 2012).  Emily escribe regularmente sobre «todos los temas católicos», desde la política y la catequesis hasta la educación superior y los medios de comunicación, con un enfoque especial en las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio, la sexualidad y la feminidad. Puedes encontrar sus últimos contenidos en Instagram (@emilystimpsonchapman) y enlaces a sus blogs, boletines y otros contenidos en su página de Linktree.

Fuente: https://setonshrine.org/

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