“La cosecha es mucha y los obreros pocos”
Is 30, 19-26; Sal 146; Mt 9, 35-10, 1. 6-8.
¡Qué cosa tan admirable! Jesús da poderes extraordinarios a sus discípulos después de contemplar a la muchedumbre que anda como ovejas sin pastor. ¿Qué quiere decir esto? Que sin Jesús vamos a la deriva, estamos perdidos. Y aunque en Jesús sobra el entusiasmo y va por todos los pueblos, no es suficiente; o simplemente ha querido asociar a otros a su santo ministerio y por ello ha dotado a sus amigos de gran poder.
¿Hoy habrá personas que andan como ovejas sin pastor? Por supuesto que las hay, y los lobos rapaces se multiplican en todas formas. ¿Conoces alguna de estas ovejas? Casi no hay barrio que no tenga alguna.
¿Cómo crees que la ve Jesús? ¿Cómo la ves tú? ¿Cómo te vería Jesús si la oveja fueras tú? Y aunque hoy, como ayer, Jesús tiene la capacidad de ver por sí mismo a su rebaño, tiene a bien sumarte a ti a su ministerio, a convertirte en una extensión de su abrazo amoroso para llegar hasta estas ovejas, siempre necesitadas de su ayuda.
No temas, el Señor te da lo necesario para actuar en su nombre: “Curen enfermos, resuciten muertos, purifiquen leprosos, expulsen demonios. Gratis lo recibieron; denlo gratis”.
Confiemos en las palabras del Señor.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Alonso Palafox Tejeda
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