“Trataba de ver quién era Jesús”
Sab 11, 22-12, 2; Sal 144; 2 Tes 1, 11-2,2; Lc 19, 1-10.
¿Alguna vez has intentado algo con mucho ímpetu?, ¿qué has necesitado para lograrlo?, ¿consideras que el esfuerzo ha valido la pena?
Zaqueo, jefe de publicanos y de baja estatura, no podía ver a Jesús, sus circunstancias físicas personales y su entorno social lo dificultaban. Sin embargo, no se rindió, ni se conformó, ni se resignó. Zaqueo es figura de una vida espiritual, modelo de quien desea ver a Jesús, conocerle más de cerca, tener un encuentro personal con él y que, para lograrlo, pone todos sus recursos personales para conseguirlo y busca creativamente los medios para lograrlo.
En la vida hay diversas circunstancias que nos alejan de lo verdaderamente importante y valioso; ante estas circunstancias, al igual que Zaqueo, busquemos con esperanza volver a encontrarnos con esa Persona que sabemos que nos ama, con nuestra fuente de significado, con nuestra fuerza, con la luz que ilumina nuestro ser.
Cuando nos esforzamos por vivir en la presencia de Dios, nuestro corazón se alegra y el amor le da sentido a nuestra existencia.
Hoy y cada día… intentemos, una y otra vez, vivir en el amor.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Pedro Alejandro Salazar Aranda
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