“El buen pastor da su vida por las ovejas”
Is 61, 1.3; Sal 22; Jn 10, 11-16.
¿Qué estamos dispuestos a hacer por los demás?, ¿hasta qué punto nos arriesgamos por el bien del prójimo?, ¿nos atreveríamos a dar la vida por las personas que Dios ha puesto a nuestro cuidado?
El día de hoy la Iglesia nos propone la fiesta de un santo mexicano, el primer obispo de Latinoamérica canonizado, San Rafael Guízar y Valencia.
Una de las anécdotas que se cuentan de él, sucedió en tiempos de la Revolución Mexicana, allá por el año de 1910. En medio de los conflictos bélicos fue capaz de arriesgar su vida por la caridad y para derramar las gracias de Dios sobre los enfermos y moribundos del movimiento armado.
Disfrazado de vendedor de baratijas, en medio de la lluvia de balas, aún con el peligro que esto representaba, se acercaba a los heridos que agonizaban y les ofrecía la reconciliación con Dios, les daba la absolución sacramental, e incluso, en la mayoría de las ocasiones, les daba la Sagrada Comunión, que llevaba consigo de manera oculta para que no lo descubrieran como sacerdote.
Hoy y cada día… ofrezcamos a los demás lo mejor que podemos darles, nuestra propia vida, nuestro tiempo, nuestra atención, nuestro amor caritativo.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Pedro Alejandro Salazar Aranda
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