“¿Cómo no saben discernir el tiempo presente?”
Ef 4, 1-6; Sal 23; Lc 12, 54-59.
¿Somos capaces de distinguir lo bueno de lo malo?, ¿lo bueno de lo mejor?, ¿lo mejor de lo valioso? ¿Con base en qué criterios? Cada día debemos tomar muchas decisiones: horario de levanto, vestimenta y diversas actividades más, todas ellas ordinarias, que no representan mayor dificultad. Sin embargo, cuando estamos en situaciones complicadas en donde no podemos hacer dos cosas el mismo tiempo, debemos pasar por un filtro nuestras decisiones.
Jesús nos cuestiona para que seamos capaces de identificar las prioridades del “tiempo presente”, saber distinguir de entre lo que es importante para el mundo y lo que verdaderamente es importante a los ojos de Dios, a través del filtro del amor fraterno.
Muchas veces somos buenos para sacar conclusiones sobre lo que le podría pasar a otras personas si siguen actuando de la manera que lo hacen, sin embargo, no somos capaces –o quizá no nos atrevemos– de visualizar lo que nos podría suceder si seguimos sin tomar las mejores decisiones, pensando igual, viviendo igual.
Hoy y cada día… hagamos discernimientos espirituales y busquemos lo bueno, lo mejor, lo valioso y lo santo en cada situación.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Pedro Alejandro Salazar Aranda
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