No es fácil dejar todo en manos de Dios, el soltar y dejar ir, ni tampoco el no tener el control de las cosas. Sin embargo, es la solución para sanar y liberarnos de nuestro pesado pasado y ponernos en marcha hacia un nuevo futuro.
Qué ocupa tu mente últimamente? Que es lo que te atrofia y te quita la tranquilidad? Nuestro primer problema es que pasamos gran parte de nuestro tiempo pensando en lo que estamos viviendo, que no nos permite ver las manifestaciones de amor que Dios nos regala a diario. Por más duro que sea lo que estés viviendo, no puedes darle cabida a los pensamientos negativos porque solo le estarías dando más poder al problema y restándole autoridad a Dios en tu vida.
No permitas que el día a día se lleve cada segundo de tu tiempo, no te distraigas con pensamientos que no agreguen nada bueno a tu vida, deséchalos. En cada situación de tu vida, alaba a Dios, en tus tristezas y alegrías, sigue hacia adelante, que tu meta sea Jesús, no más nada. Si ya sabes que todo lo bueno viene de Él entonces disfruta del regalo de la vida que te ha dado, mira todo lo bueno que tienes en este momento y cuenta cada uno esos detalles sin siquiera pensar en lo negativo que se haya levantado en contra tuya. Vive cada día desde que empieza hasta que finalice sin dejar ninguna porción de segundo del día sin vivirlo a plenitud, pasa tiempo en oración con Él, realiza tus quehaceres diarios, en tu casa u oficina y realiza cada uno de ellos con amor.
Siempre esperamos a diario cosas que le hemos pedido a Dios, muchas veces has esperado tantos años y nada pasa, a lo mejor has pasado más tiempo pensando en lo que anhelas que en lo que Dios quiere para ti. Él permite que vayamos en círculos y círculos para que podamos llegar a centrar nuestra mirada en Él, que comprendamos que nuestro milagro más grande de amor es Él y que todo lo que esperemos sea simplemente su voluntad y lo que Él anhele darnos.
Dios quiere abrirte puertas a nuevos horizontes pero debes abrirte para que Él penetre en ti, ábrele tu corazón y no te ofusques por lo que estés pasando, más bien pon tus pensamientos en Dios, que es todo lo bueno, paz y alegría.
Esperar en Dios no es ver nuestros anhelos cumplidos, es ver los suyos realizados en nuestras vidas, vivir cada día feliz, siendo alegres con lo que Él quiera darnos. Dios quiere sanarte y liberarte, da tu el primer paso rompiendo las cadenas que empiezan por tu mente.
Oración: Señor Jesús yo desecho hoy todo pensamiento contrario a lo que tu representas, que no mire las circunstancias, ni me deje llevar por los dardos que a mi mente puedan llegar. Sana, libera y restaura mis pensamientos, que sean de paz, amor y felicidad. Amen.
Michelle Alexander
Confraternidad de escritores y periodistas Vicentinos.
Te felicito, Michelle, excelente artículo, me gusta.
Gracias Alejandro, bendiciones abundantes para ti!