“Estaba muy ocupada en muchos quehaceres”
Gál 1, 13-24; Sal 138; Lc 10, 38-42.
¿Qué es eso que ocupa nuestra atención?, ¿a qué le entregamos nuestro ser?, ¿en qué se nos va el día?
Marta recibió a Jesús en su casa y le sirvió. Ciertamente se entregó a esta tarea, mas no lo hizo por completo, puesto que su atención se desvió de su buena intención, que era servir a Jesús, para enfocarse en que su hermana María no la estaba ayudando en los quehaceres.
Muchas de nuestras preocupaciones se incrementan porque vivimos erróneamente atentos para juzgar lo que los otros deberían hacer.
Solemos vivir distraídos en lo que creemos que los otros están haciendo mal.
Entreguémonos de corazón a lo verdaderamente importante y valioso. Cuando tengamos la gran oportunidad de encontrarnos con una persona, centremos nuestra atención en vivir al máximo este encuentro a través del diálogo, la escucha, el aprendizaje mutuo y el compartir la vida.
Hoy y cada día… estemos atentos a lo valioso de cada persona para que no se nos vaya el tiempo en preocupaciones innecesarias.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Pedro Alejandro Salazar Aranda
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