El padre Emanoel Bedê, CM, explica la importancia de su ejemplo para la Familia Vicenciana.
La Sierva de Dios Isabel Cristina Mrad Campos será beatificada el 10 de diciembre de 2022, en Barbacena, Minas Gerais (Brasil), en una solemne celebración presidida por el Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, cardenal Marcello Semeraro. La fecha, esperada con gran expectación por toda la Familia Vicenciana, fue confirmada por el doctor Paolo Vilotta, postulador de la Causa de Beatificación de la venerable, en una carta dirigida al arzobispo metropolitano, Monseñor Airton José dos Santos.
El P. Emanoel Bedê Bertunes, CM, asesor espiritual de la Sociedad de San Vicente de Paúl, recuerda que, ya en los siglos II y III, Tertuliano decía de los mártires: «la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos». El padre Emanoel subrayó que ésta es la fuente genuina de la espiritualidad del martirio. A continuación, comentó el valor de la beatificación de Isabel Cristina para la Familia Vicenciana, detallando en cinco puntos por qué es un acontecimiento sumamente especial:
- tenemos la certeza de que es en el seguimiento de Cristo y en el servicio a Cristo, evangelizador de los pobres, donde alcanzamos la santidad, a través del testimonio de vida en este servicio, de vivir los valores cristianos, como sucedió con ella;
- que la espiritualidad vicenciana, fuente de la que ella bebió, constituye un camino fecundo para vivir esta santidad que anhelamos, es decir, es en el servicio a los más pobres, privilegio del reino anunciado por Jesús, donde Isabel Cristina vivió esta espiritualidad, y por eso se inspiró y tuvo toda su vida orientada hacia este servicio. Es la fuente de la que sacamos nuestra motivación para seguir a Jesús;
- que fue en el seno de la espiritualidad vicenciana donde Isabel Cristina vivió y testimonió los valores que la identificaban con Cristo y que, por vivir con radicalidad y fidelidad a estos principios, sacrificó su vida;
- nos da la gozosa constancia para vivir el ideal vicenciano de servicio a los más pobres, que sigue siendo un manantial maravilloso al que siempre volveremos para beber el agua fresca de esta espiritualidad, para recuperar las fuerzas, saciar nuestra sed, lavar nuestra alma y llenarnos de estos principios vicencianos que nos guían y nos conducen al seguimiento de Cristo;
- que este tesoro espiritual (que no conservamos para nosotros, sino lo custodiamos para compartirlo con las generaciones futuras) sigue viviendo en la vida de los muchos santos y beatos de la Familia Vicenciana. Este tesoro espiritual nos lo ha dejado san Vicente de Paúl. Sigue vivo, fecundo y actual en la vida de tantos que han alcanzado la santidad, como vemos nuevamente en el ejemplo de Isabel Cristina.
Sobre la Sierva de Dios Isabel Cristina
Isabel Cristina Mrad Campos nació el 29 de julio de 1962 en Barbacena, hija de José Mendes Campos y Helena Mrad Campos. Con el deseo de estudiar medicina, se trasladó a Juiz de Fora (MG) en 1982, para prepararse en un curso preuniversitario.
Era una chica como tantas otras. Estudiaba, salía, iba a fiestas. Pero llevaba una vida de oración y soñaba con ser pediatra para ayudar a los niños necesitados. Era sensible, especialmente con los más pobres, los ancianos y los niños, algo que sin duda aprendió de su familia, que pertenecía a la Sociedad de San Vicente de Paúl. En esa época su padre era presidente del Consejo Central de Barbacena.
El 1 de septiembre del mismo año, un hombre que estaba colocando un armario en su piso intentó violarla. La chica se resistió y entonces la golpeó con una silla, la ató, la amordazó y le arrancó la ropa. Como aún se resistía, el agresor asesinó a la joven, asestándole 15 puñaladas.
Proceso de beatificación
El proceso de beatificación de Isabel se inició en 2001, en Barbacena. En esa ocasión, la joven recibió el título de «sierva de Dios». Este proceso duró ocho años y se escuchó a casi 60 personas, que direon testimonio de la religiosidad de la joven, que desde su adolescencia formaba parte de la Sociedad de San Vicente de Paúl prestando ayuda a personas con discapacidad y a los más necesitados.
El papa Francisco ya autorizó, en octubre de 2020, el decreto de «martirio» para la joven brasileña, asesinada a los 20 años cuando intentaba escapar de un intento de violación.
Todavía hoy su tumba, que se encuentra en la Parroquia de Nuestra Señora de la Piedad en Barbacena, es visitada por fieles de todo Brasil, para dar gracias y pedir oraciones.
Como el caso de Isabel está reconocido como «martirio», no es necesario que se reconozca un milagro para la aprobación de su beatificación.
Oración
Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoramos y te bendecimos por la fuerza y el valor que das a tantos hijos tuyos, tantas almas generosas que nos elevan con su ejemplo.
Alabado seas, Santísima Trinidad, en la persona de la sierva de Dios Isabel Cristina, que dio su vida defendiendo su pureza y virginidad. Danos la gracia de imitarla y, si es tu voluntad, concédele el honor de los altares como premio a su oblación. Que así sea.
Fuente: https://www.pbcm.org.br/
Todos estamos llamados a la santidad desde el bautismo. Isabel Cristina tuvo la dicha de vivir la cercanía con Cristo guiada por el carisma vicentino. Que Dios sea bendito y amado por el testimonio de esta joven, ejemplo para todos.